Alejandra Pizarnik: El despertar y otros textos

 

Poemas seleccionados

El despertar 

a León Ostrov 

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay mounstros
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Còmo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo

Alejandra Pizarnik, Las aventuras perdidas 1958

PDF El despertar, Cenizas y Siempre

Material para el análisis:

El existencialismo ateo que yo represento es más coherente. Declara que si Dios no existe,
hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes
de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice
Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia?
Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que
después se define.

Descarga PDF 3 páginas

Los nombres ahorcados en la nada

¿Qué problema hay con elegir? Nadie podría argumentar en contra de la libertad individual, de la consciencia de sabernos libres y responsables de nuestro destino. Sin embargo, en el poema de Pizarnik, vemos un yo lírico totalmente desencantado con la idea de elegir su suerte, tendremos que comprender que la esencia misma de la libertad no es un despertar de una pesadilla, en este caso, el sujeto se despierta a una realidad aterradora.
Presenciamos una voz poética que se dirige a un “Señor” a quien le expresa sus sensaciones más íntimas y que, en una especie de confesión oscura, le denuncia el miedo de saberse libre. No es de extrañar que este yo lírico precise de un otro que lo habilite a auto-reflexionarse. Vemos en los primeros versos del poema una consciencia que está despertando, aún no ha tomado pleno entendimiento de su libertad, pero tampoco es inconsciente de sí misma; esta es la evidencia del proceso conflictivo y crítico de la desesperanza del sujeto frente al abismo del abandono: 

“Señor/ la jaula se ha vuelto pájaro/y se ha volado y mi corazón está loco/ porque aúlla a la muerte/ y sonríe detrás del viento/ a mis delirios/ Qué haré con el miedo/ Qué haré con el miedo” (Pizarnik, 1956).

 

También te puede interesar seguir leyendo sobre Vanguardias:

Entradas que pueden interesarte